Lo que veís aquí no es un instrumento de tortura, pero poco le falta. Expertos de la Clínica Mayo,
en Estados Unidos, han desarrollado una especie de escritorio acoplado
a una cinta andadora. ¿El objetivo? Combatir la alarmante obesidad que
sufren los trabajadores por culpa de las muchas horas que pasan en un
trabajo sedentario.
Según estos expertos este ingenio ayudaría al trabajador a perder un promedio de 30 kilos por año. Es decir, que aparte de explotarnos, están dispuestos a consumirnos.
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