Interesante artículo de
Maite Vílchez Gutiérrez, del Proyecto Òmnia de acceso a las nuevas tecnologías (Fundació Pere Tarrés) publicado en Educaweb:
¿Qué ha cambiado en la comunicación o la participación con la vorágine
de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías? La comunicación
entre las personas siempre ha existido y se daba en espacios abiertos a
la población, ya fueran las ágoras romanas o los foros latinos, donde
un grupo de personas se reunía para debatir y, así, participar en la
estructura comunitaria.No es extraño pues, que nos sirvamos
de estos espacios todavía hoy, eso sí, adaptados a los tiempos
actuales. Los móviles, los ordenadores a través de foros, chats,
encuestas, correo electrónico, suponen un potente medio de comunicación
para el pueblo. Hace unos días un conocido recibió un mensaje en
Barcelona expresando el rechazo a la manifestación convocada en Madrid
en contra de los matrimonios homosexuales y convocando otra en la
ciudad condal. Otro famoso “Pásalo”, similar al de las manifestaciones
del 13 de marzo en toda España. Es la voz de las personas que no se
dedican profesionalmente a la comunicación; los ciudadanos y ciudadanas
que sienten, que hablan, que se comunican, que se solidarizan con
determinados colectivos y que han creado un nuevo lenguaje que se
desplaza a través de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, el acceso a estos nuevos medios supone un impedimento para
una gran parte de la sociedad que, social o económicamente, no puede
acceder a ellos. Aquí entran en juego muchos aspectos, entre ellos las
infraestructuras de las que dispone el territorio nacional para
desarrollar esta comunicación. No hay suficiente inversión para hacer
que estas nuevas tecnologías sean accesibles a todos. Cuando se
implantó el ferrocarril, y por motivos políticos (básicamente) se
decidió construir unas vías en el territorio español con anchura
diferente a la del resto de Europa. Se usaron materiales baratos y la
red ferrovial todavía se resiente por ello. ¿Perdimos ese tren?
Actualmente, la Red eléctrica y telefónica no llega a toda la
población. ¿Cómo vamos a poder coger el tren de las nuevas tecnologías
si todavía hay lugares donde ni si quiera ha llegado el teléfono?Este
desarrollo en el ámbito tecnológico es importante para la población y
representa ya, de hecho, un nuevo medio de comunicación al que no todos
tienen acceso.Formar un lenguaje para aquellas personas que,
tanto por su situación personal, laboral, económica o social, no tienen
acceso a las Nuevas tecnologías, resulta complicado. Y más si éstas no
sienten motivación alguna por estas herramientas. La figura de una
persona que les guíe en este camino es imprescindible. Asesora, forma y
acerca las nuevas tecnologías a aquel posible usuario motivado por
aprender a usar este nuevo medio, por lo que también se hacen
necesarios puntos de acceso gratuitos para conseguir este fin.
El
nuevo lenguaje digital ha de ser la adaptación de cada uno de estos
nuevos usuarios a su propia motivación, a su propio lenguaje,
adaptándolo a sus necesidades y a sus intereses para, así, ser
participante activo en la red y formar parte de la nueva voz del
pueblo, convirtiéndose este espacio en un lugar público y de
comunicación democrática.