Sé bien que hay quién no se aproxima al arte por simple pudor, que cree que para disfrutarlo hay que entenderlo. También hay quién se siente especial marcando esa diferencia, "sabiendo" y destacando en los museos por su intelecto y su desparpajo a la hora de hablar de los "grandes maestros".
Pero bueno, ésa es, a mi modo de ver, la vergüenza de la música clásica y las artes plásticas.
Esta presentación refleja las transformaciones que experimentó la pintura con respecto a la representación de la mujer. No hace falta entenderla, sólo sentirla.
La encontré en:http://www.espacioblog.com/ciberescrituras